El cuarzo es uno de los materiales más resistentes de la naturaleza.
En superficies sólidas están compuestas de hasta un 94% de cuarzo, resinas poliméricas y pigmentos de alta calidad.
Estos materiales son compactados bajo condiciones de intensa vibración, vacío y presión, formando placas densas y no-porosas, las cuales luego, son dirigidas a un proceso de curación y calibre, hasta conseguir el grosor y pulido preciso que asegure un brillo permanente.
En una superficie de cuarzo, podrás observar como resultado una superficie (valga la redundancia) que mantiene las cualidades de frescura y tacto de la piedra natural.